Silence can destroy, get up & raise your voice ♪

lunes, julio 22, 2013



Los días de frio, como hoy, son encantadores. Debajo de  la puerta y por entre las ventanas el aire se cuela, apurado, dentro de las casas y bajos sus pies, sobre la piel, se asienta ese aire helado, el que tanto odian. Muy temprano en la mañana, todos duermen acurrucados y no quieren salir de sus camas, porque aman el calor que conserva. Algo así también es en el amor. Nadie quiere estar sin él, y menos durante el invierno. Solo algunas personas abren las ventanas, salen a la calle, contemplan el frio y se dejan tocar por la brisa. Ellos en cambio aman las soledades. Y no sé tampoco si hay un plural para ese tipo de personas, yo creo que de que las hay las hay, pero no sé si se encuentran fácilmente. Los encuentros son tan difíciles como el amor de los libros en este caso. Pienso que de esos amores, las personas solitarias y amantes del frio, creen y esperan. No todas claro, porque nunca hay un todos para nada.
No sé bien si ellos en realidad aparentan querer no querer. No sé tampoco si son felices pero sé que las hay, que existen y que un día como hoy, helado, estarán sentados con una chocolatada caliente mirando el techo, que es más que un techo, porque en la soledades hay más de lo que se ve y muchísimo más de lo que parecen sentir.
Y el viento sopla a través de los espacios cerrados, se cuela igual. El amor es así, en algún momento intenta pasar por donde sea, que esté cerrado y es culpable, lo juro, quién no lo deja pasar de cualquier ‘el amor es una mierda’.  Yo lo sé y es algo que asusta, por ejemplo, en la tortura de una noche que no se apaga porque simplemente, el que debería cerrar los ojos está mirando el techo y hay mucho más en su mente de lo que cabe y lo más irónico es que el silencio se apodera del lugar, de la noche y del frio.
Los días de frio como hoy, mucha gente se guarda en sus casas, en sus camas acaloradas, en sus abrigos gordos con caras grises e irritadas. Y mucha gente, fantasma, a escondidas salen a mirar los parpados ajenos, las caras cansadas y demás, como nunca ve. Y ve mucho más en el frio y en las caras, y en todo lo demás.
Y ocurren encuentros y desencuentros de personas, que tan pocas hay en las calles y tantas en sus casas. El hombre solitario cierra su abrigo y ve con distancia quien camina como él, supongo. Yo creo que el mismo teme encontrar a alguien que lo acompañe para tomar un té caliente y mirar el cielo, que después de todo es tan bonito pero nadie lo ve, cuando hace frio, o mejor dicho, no sé cuantos lo ven pero creo que son pocos los que les gusta un cielo tan blanco y un frio tan puro y aunque lo intente, no sé porqué creo que las personas solitarias son como el frío que hace y a veces ni ellos mismos se quieren ver, ni tampoco encontrarse.
A mí en cambio  esas personas me encantan y como no se dejan encontrar, no sé tampoco (hay tantas cosas que no sé) si algún día en el frio, alguien se deje mirar los ojos y se atreva a amarme así, tan tímidamente como solo las personas frías y solitarias, saben hacer.
¿Todos sentimos alguna vez que volvemos a donde en realidad nunca faltamos? Vuelvo a un lugar donde estuve siempre, pero ahora camino sola y hace frio y mucho de lo que estuvo ahi esta distinto, todo cambió pero es el mismo lugar por donde paso cada día y cada noche. Nunca me fije que todo cambió, sé que no fue de repente, sé que no me fui por tanto tiempo o quizás nunca me fui.  Si, no hay suerte de encontrarte, ni siquiera lo intento. Sin embargo me encuentro ahí donde una vez nos encontramos y todo está bien. Me duermo para no sentir las pesadas ojeras, ahí en el aire, en el frio, en la paz de mi mente cuando encuentro donde quedarme. Ese es el lugar.

domingo, julio 14, 2013

Si necesitara amar a alguien, tu serías la única en quién pensaría. 
Si necesitara a alguien...

jueves, julio 11, 2013

 ¿Cuantos momentos podemos conservar en un solo momento? me pregunté en el mismo instante que sentí sus labios sobre los mios.
Yo estaba sentada, abrazada a él y habia muchas cosas en las que podía estar pensando en ese mismo instante y ninguna de ellas me llevaba a su boca. Ninguno de esos pensamientos tenía como fin volver a rozar sus labios, sin embargo lo besé y le sonreí. Sin embargo le dí pie para que se quedara y me abrazara y en ocaciones rozara sus dedos sobre mi piel con suavidad y deseo. Pero ninguno era con amor. Ninguno sentía amor. 
¿Sabes que pensaba mientras besaba esos labios? Pensaba en tantas cosas como como los ojos arrugados de los ancianos al reir, las parejas incomodas a nuestro lado, las risas y tu sonrisa cuando yo no podía parar de reír. Pensaba en volver y encontrar esos momentos en mi memoria y darte la mano y ahí; después de eso, sentí lo que en las novelas nombran como 'el nudo en la garganta'. 
Me dejé caer igual, en esos brazos como si en realidad estuviese sola y cerré los ojos. Y quise besar los labios correctos en el momento ideal y tomar la mano de quien en realidad quería tomar. Por eso, yo solia decirte, que para mí el amor no es facil, que para mí, el amor era imposible y nadie me entiende. Y el nudo en la garganta se debe a esto que ahora es un secreto: vos me entendías más que yo misma y eso, también, lo siento, era amor.

Mi juego de insensatez.-


Tokio Hotel, your music is my drug..♥