-A veces decimos cosas para no volver a repetir el mismo error. Pero muchas veces en la vida el error que duele y nos recuerda a algo lo suficiente para querer olvidarlo, es el error que no podemos solucionar y volvemos a cometer, un error agridulce que no podemos contener en un frasco porque faltaría algo.
Cometo muchos de estos, y varias veces quiero pedalear hasta que la gente se de cuenta que quiero gritar e irme a la mierda. Porque en el mundo nadie escucha cuando alguien está gritando, sino su propio grito. Y no sé exactamente a donde quiero ir, por eso me siento a esperar la normalidad aferrada a mi tiempo. La luz de la mañana carece de autoridad al hacerme sentir una bestia sin condición para cambiarlo, sin gustos y lleno de errores, pero el viento se convierte en la brisa que despierta algo.
Los Viernes termina conmigo, a veces.
A veces, vuelvo a los viernes llenos de paz que me dicen que está bien todo los errores que estoy cometiendo. Los errores y las mierdas que nos pasan. Las ganas de vivir, las ganas de llorar, las ganas de odiar y de entender, las pocas ganas de querer.
Hoy, hoy el dia está encantador.
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