Odio decirlo, dejé que las lagrimas explotaran en ese instante callendo, por suerte, con total lentitud. Suave caida e igualmente intente que no se notará. Cuanto maquillaje solo para ocultar eso, lagrimas de antes de llegar con una sonrisa totalmente falsa, un vestido negro y artificialmente feliz a donde ni siquiera queria ir. 

-No quiero hablar..- Pensé en voz alta cuando noté que si queria hacerlo, queria mentir, queria decirle algo bien, por última ves por favor, queria sentir un abrazo suyo pero bajé la mirada, ignorando totalmente aquel sentimiento que destinaba a padecer siempre; dando lugar a la culpa de hacer siempre lo que no debo hacer, de mandarme 'cualquier cosa'. 

No hubo encuentro en nuestras miradas, dejé que te fueras para no hacerme daño. Pero sabes que? Quizé que fuera todo al revés, decir que soy todo lo que odio.. Te juro que soy lo que más odio que sean, de esas personas que se van, que nunca se quedan. Que te hacen daño con tanta ignorancia, que golpean duro y no piden disculpas. Dando vueltas en la misma calle, dos horas, tres y se van por el lado contrario de la vida.